jueves, 24 de febrero de 2011

Only heart.

Mi pelo tapa mi cara. Hace demasiado frío. La música de mis cascos hace temblar mis oídos. Está despejado y el Sol comienza a salir. Le veo a lo lejos. Se dirige al mismo sitio que yo, pero no serviría de nada intentar alcanzarle. Subo la música. Me ve y me sonríe, pero ahí queda. No significo tanto en su vida como para que me dirija la palabra...

Sí, puede que a veces nos equivoquemos demasiado, pero necesitamos equivocarnos para darnos cuenta de lo bueno y de lo malo. Es como un niño que ve por primera vez una cerilla; la enciende y la admira, pero al jugar con ella, acaba quemándose. Como tú y yo, y aquello que pasó.

Eres la persona que mejor me conoce en el mundo, que me hace más feliz, que mejor sabe cómo tratarme o hacerme sonreír. Pero te mentí, te dije que no me conocías y tú me creíste. Todo lo que teníamos, toda la confianza ganada en tantísimo tiempo acabó esfumándose
por una ventana en la que caían suavemente gotas de lluvia en una noche de septiembre. Fui quel niño que jugó con la cerilla, y al final, acabó
quemándose.

¿Lo has olvidado?, sigo amándote.

5 comentarios:

  1. Una entrada preciosa,me gusta muchisimo tu blog.
    Aqui tienes una nueva seguidora :) ¿te pasas?
    http://carhendrix.blogspot.com/
    Car

    ResponderEliminar
  2. me encanta esta entrada ^^
    que cierto es que tenemos que quemarnos con el fuego para aprender que no se debe jugar coin el...
    te sigoo ^^
    si te apetece pasate por mi blog a ver que te parece
    http://solotienesqueaprenderaver.blogspot.com/
    un besazo guapaa ;)

    ResponderEliminar
  3. Precioso tu blog... además no puedo dejar seguirte porque tienes el mismo nombre que yo;)
    Espero tus próximas entradas!

    ResponderEliminar
  4. Gracias!
    Vaya, no pasa nada :)
    Vale ;)

    ResponderEliminar