Sí, puede que a veces nos equivoquemos demasiado, pero necesitamos equivocarnos para darnos cuenta de lo bueno y de lo malo. Es como un niño que ve por primera vez una cerilla; la enciende y la admira, pero al jugar con ella, acaba quemándose. Como tú y yo, y aquello que pasó.
Eres la persona que mejor me conoce en el mundo, que me hace más feliz, que mejor sabe cómo tratarme o hacerme sonreír. Pero te mentí, te dije que no me conocías y tú me creíste. Todo lo que teníamos, toda la confianza ganada en tantísimo tiempo acabó esfumándose

quemándose.
¿Lo has olvidado?, sigo amándote.
Una entrada preciosa,me gusta muchisimo tu blog.
ResponderEliminarAqui tienes una nueva seguidora :) ¿te pasas?
http://carhendrix.blogspot.com/
Car
Muchas gracias!
ResponderEliminarClaro :)
me encanta esta entrada ^^
ResponderEliminarque cierto es que tenemos que quemarnos con el fuego para aprender que no se debe jugar coin el...
te sigoo ^^
si te apetece pasate por mi blog a ver que te parece
http://solotienesqueaprenderaver.blogspot.com/
un besazo guapaa ;)
Precioso tu blog... además no puedo dejar seguirte porque tienes el mismo nombre que yo;)
ResponderEliminarEspero tus próximas entradas!
Gracias!
ResponderEliminarVaya, no pasa nada :)
Vale ;)